miércoles, 7 de abril de 2010

Aeropuerto.Terminal 38

Aprendimos que las horas del reloj se adelantan en solsticio de verano para disfrutar de la luz del día, y se retrasan en invierno para que la industria farmacéutica pueda continuar vendiendo el Prozac. Pero los del bloque olvidaron aplicar el horario a los farolillos del descanso y éstos continúan encendidos a plena luz del día. Explican que por si algún vecino tropieza en los escalones y han de divisar por la mirilla que no hay hemorragia. También se comenta que lo del llanto de la vecina del tercero no es prioritario: "algún día dejará de derramar lágrimas". Y yo me pregunto si acto seguido vendrán los de la funeraria.
Y aquella otra entró, le tomé la tensión y me parió. Pero no está agradecida. No,no. Lo dicen sus ojos y las muecas en sus labios. Es una de esas mujeres problemáticas. Al menos yo aprendí que las ganas de escenario se expanden a todos los ámbitos deseados, y eso de actuar sale de dentro a cualquier hora, en cualquier lugar. Así que le dí las gracias yo a ella por mantenerme ocupado y dejar así de meterme el dedo en la nariz. Que de epixtasis consecutivas puede uno llegar a padecer de anemia ferropénica.
Siempre me quedará la espera a los días de sol y playa, de sal y piedra. De renacuajos formando castillos de arena, y el olor a choco en las plazas andaluzas. Allí donde los vecinos apagan las luces, te dicen lo que sienten... y el que llora te pide un pañuelo.

3 comentarios:

  1. Me encanta leerte !! Que sigas escribiendo y publicando para que pueda disfrutar unas veces mas de esos momentos de placer, parentesis de ocio y gozo en mi vida !!!
    Un beso fuerte !

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  2. Qué cosas más lindas decís... no sabéis como me alegro de que os guste. Mil besos guapetonas!

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