sábado, 27 de junio de 2020

Junio, 51 años más tarde

Ha de ser la libertad con la que se pasea la brisa del océano atlántico la que cada año, en éste mes, me recuerda el grito por la igualdad de aquellos que por nosotros lucharon (Stonewall, 1969). Ha de ser la variedad de colores en el espectro de un arcoíris, la que nos enseñó a respetar la diversidad y a atrevernos a definirnos sin complejos. Han de ser el auge de la intolerancia y el extremismo, la homofobia; los que me impulsan a perder el equilibrio y luchar por el resto, aunque la vida pierda en ello. Han de ser nuestras familias, las que nos recuerdan que seguimos unidos y formamos el plan (y equipo) perfecto.
Dónde duermen nuestros sueños, de evitar una tragedia a cualquier otro pequeño? Si al juzgarles con el dedo, los acercan al olvido eterno. Dónde está el delito, en querer amarte hasta los restos? si no hay otros ojos que lograsen despertarme 'los adentros'. Dónde descansan los amores que murieron en el intento? Si no hay vida donde amaran, amarán a través de nuestros cuerpos? Cómo podemos cambiar el rumbo del destino para el resto? Así, formando una familia.... llegarán nuestras fuerzas a buen puerto?